jueves, 2 de octubre de 2008

Planificar lo nuevo

Los grandes cambios suceden espontáneamente pero también se planifican y desarrollan lentamente.
Cuando en la escuela llegan las computadoras y la conectividad, la elección y utilización de una determinada tecnología para el aula es un desafío que asume el docente y requiere un lento análisis y un profundo discernimiento para facilitar el acceso a la información y la correcta utilización de esa información. Los alumnos construyen su conocimiento utilizando esta tecnologías. Ahora bien, estas tecnologías son solo herramientas que por si misma no garantizan el aprendizaje significativo pero si pueden favorecerlo al aplicarlas. Es conveniente recordar que el aprendizaje constructivo según simmons (1993) es Acumulativo dado que todo conocimiento nuevo se construye sobre conocimientos previos.
Las “nuevas” tecnologías también suponen innovación y para esto se necesita un equipamiento actualizado con un servicio técnico disponible para favorecer el correcto funcionamiento y la administración flexible de los complementos que necesitan, hoy, las aplicaciones. No asumir este presupuesto es, en muchos casos, “frenar” el desarrollo de contenidos mediados por tecnologías.
Estamos hablando de una educación que quiere “tomar las riendas” y que de ninguna manera busca ignorar la figura docente, quien se encarga de guiar, filtrar y validar la información obtenida. No olvidemos que podemos “desbordar” de información y no saber como utilizarla.
El docente que aplica nuevas tecnologías debe adecuar estas al programas y no utilizarlas con el “Vacío” de los pasos constitutivos de la herramienta. Direccionar la información y la aplicación es parte de la tarea fundamental del docente que busca en la conectividad recursos que sumen en la formación de sus alumnos.

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